Directora ejecutiva de El Puente se comprometió a unir a las comunidades

Posted

Cristhia Castro ha comenzado a poner a punto el ministerio para la próxima generación de inmigrantes hispanos y sus familias en los condados de Cole y Moniteau.

La Sra. Castro, miembro de la parroquia de San Pedro en Jefferson City, es la nueva directora ejecutiva de El Puente-Hispanic Ministry.

La organización está patrocinada por las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, la Diócesis de Jefferson City y las parroquias locales.

Ofrece una serie de servicios a las comunidades hispanas en y cerca de Jefferson City y California.

“Todos somos hermanos y hermanas”, dijo la Sra. Castro. “Realmente queremos ser un puente entre culturas, ayudando a las dos comunidades a convertirse en una comunidad que sirva a Dios”.

La Sra. Castro sucede a la Hna. Barbara Neist de las Hermanas Educadoras de Notre Dame, quien sirvió como directora interina después de que la cofundadora de El Puente, la Hna. Peggy Bonnot del Verbo Encarnado, fuera elegida para el equipo de liderazgo de su congregación religiosa.

La mesa directiva de El Puente nombró a la Sra. Castro a finales del año pasado. Ella comenzó a trabajar en enero.

La misión de El Puente es “hacer presente el amor sanador de Jesús, el Verbo Encarnado, promoviendo la dignidad humana a través de un ministerio de presencia y alcance a la comunidad hispana”.

La Sra. Castro dijo que su objetivo es construir sobre esa misión y la tradición de servicio establecida desde hace mucho tiempo, con el apoyo de Nena Neal, las hermanas Bertha Flores Guadalupe Ruiz del Verbo Encarnado.

“Es un honor para mí y admiro el trabajo y el legado de todos aquellos que han respondido a la voluntad de Dios de servir a nuestros hermanos y hermanas hispanos a través de El Puente”, declaró.

“Realmente creo que cuando ayudas a tu prójimo, estás ayudando a Dios”, dijo. “De eso se trata el ministerio de El Puente: Servir a Dios a través de nuestro prójimo”.

No hay excusas

La Sra. Castro es licenciada en marketing y gestión de pequeñas empresas por la Universidad de Arkansas en Little Rock.

Está casada con el diácono Enrique Castro, director diocesano de ministerios Hispanos, Interculturales y Matrimoniales.

Creció en Honduras y se trasladó a los Estados Unidos para ir a la universidad cuando tenía 18 años.

Ella y el diácono Castro se conocieron como estudiantes en Little Rock. Se casaron en 2012 y se mudaron a Columbia.

Se mudaron a Jefferson City hace tres años.

La pareja acordó que cuando tuvieran hijos, la Sra. Castro se quedaría en casa para cuidarlos. En la actualidad, han sido bendecidos con una niña y un niño.

A finales del año pasado, la Hna. Bertha, que sirve en El Puente, animó a la Sra. Castro a solicitar el puesto de directora ejecutiva.

“Todo el tiempo he estado rezando para poder servir al Señor donde sea necesario”, dijo la Sra. Castro. “Pero con Enrique tan dedicado a su trabajo —su ministerio— y especialmente con él siendo diácono, no podía verme asumiendo más responsabilidades”.

Un domingo en la Misa, se dio cuenta de que Dios había estado tratando de responder a su oración para saber cómo servirle mejor.

“La hermana me animaba a solicitar el puesto, y la gente decía que puedía ser de gran ayuda, y aquí estaba yo con todas estas excusas”, dijo.

Bienvenida a casa

Tres Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado fundaron El Puente en 1999, cuando un gran número de personas de habla hispana de Centroamérica y Sudamérica habían comenzado a establecerse en el centro de Missouri.

En ese momento, muchos de los inmigrantes eran jóvenes, parejas recién casadas con hijos.

Criados en sociedades y culturas con conexiones familiares tradicionalmente fuertes, vivían a miles de kilómetros de sus padres y abuelos.

Mientras navegaban por las barreras del idioma, la inestabilidad económica y el choque cultural, estas familias inmigrantes buscaban algo mejor para sus hijos.

La mayoría había sido criada como católica y buscaba maneras de que sus familias conocieran, amaran y sirvieran al Señor.

Querían aprender y adorar a Dios en el idioma en el que aprendieron a amarlo.

“Nuestro objetivo siempre ha sido que la comunidad hispana prospere en el centro de Missouri, en la Iglesia y en la comunidad”, dijo la Hermana Peggy.

“Lo que podemos dar”

La Sra. Castro dijo que está feliz de ayudar a El Puente a mantenerse al día con las necesidades de las siempre diversificadas comunidades hispanas.

“Algo que me gusta mucho”, dijo, “es que El Puente permite a las mujeres dar lo mejor de sí mismas y a alcanzar su potencial”.

Dijo que El Puente también debe seguir proporcionando servicios de transporte y traducción y ofreciendo información sobre finanzas y nutrición.

Está deseosa de abogar por las preocupaciones específicas de los hispanos locales mientras ayuda a la comunidad en general a apreciar las contribuciones hispanas a la cultura, la economía, la sociedad y la Iglesia.

Se complace en colaborar con Caridades Católicas del Centro y Norte de Missouri (CCCNMO, por su sigla en inglés) y otras entidades para ayudar a las personas a obtener la asistencia de emergencia que necesitan.

Está comprometida a ayudar a los hispanos y a los no hispanos a trabajar juntos y a entender y apreciar más las culturas de los demás a través del trabajo de El Puente.

“Cuando conoces y aprecias a alguien, estás dispuesto a ayudarle y a pedirle ayuda”, dijo.

Está deseando promover oportunidades para que los hispanos locales ofrezcan sus habilidades y su tiempo al servicio de los demás.

Consciente de que hay muchas culturas hispanas representadas aquí, está ansiosa por ayudar a organizar una sólida observancia del Mes de la Cultura Hispana cada septiembre.

“Sí, todos hablamos español, pero no todos somos iguales”, dijo la Sra. Castro. “Tenemos tantas nacionalidades, culturas, acentos, dialectos… tantos tipos de música, tantos sabores de comida”.

En algún lugar en el medio

Al principio, gran parte del trabajo de El Puente consistía en interpretar y transportar a la gente a las citas médicas.

Las comunidades hispanas locales están ahora más asentadas y establecidas, pero muchas de las mismas preocupaciones persisten para los recién llegados.

“Algunos vienen con niños menores de edad a un nuevo lugar sin un buen dominio del inglés”, dijo la Sra. Castro.

Si bien los hospitales locales han contratado a intérpretes asalariados, los adultos a menudo necesitan servicios de traducción para las citas médicas y el llenado de documentos.

A menudo es difícil para los niños en términos del nuevo ambiente, nuevas personas, nueva comida, una nueva cultura.

“Pero el aprendizaje del idioma tiende a ser más fácil para los niños”, dijo la Sra. Castro. “Con la ayuda adecuada, podrán hablar inglés, aunque sus padres no lo hagan”.

Muchos de estos jóvenes experimentan una crisis de cultura e identidad al llegar a la adolescencia.

“Ya no son de México, Honduras o El Salvador”, señaló la Sra. Castro. “A veces no saben de dónde vienen. Son una mezcla de las dos culturas”.

Con los amigos, a menudo hablan “spanglish”, una combinación fluida de ambos idiomas.

“Se sienten como si fueran de Jefferson City, pero no lo son”, dijo. “Y mucha gente no los ve como de Missouri o de los Estados Unidos de América. Pero así es como han sido criados y eso es todo lo que saben”.

Importancia de la educación

La Sra. Castro enfatizó la importancia de ayudar a los hijos de los inmigrantes hispanos a terminar la escuela secundaria y continuar su educación.

“La educación es la clave del éxito”, dijo. “Siempre es mejor tomar las decisiones de la vida desde una perspectiva educada que a partir de la ignorancia”.

Ella quiere que El Puente inicie un ministerio juvenil que los asista académica y espiritualmente.

“Para muchos de los niños hispanos, sus padres no hablan muy bien el inglés”, dijo. “No saben a dónde ir para pedir ayuda. Queremos ayudarles a aprender y explorar sus opciones”.

Eso podría significar la expansión del programa de tutoría de El Puente y ayudar a los estudiantes de último año de secundaria a solicitar ayuda financiera para la universidad, dijo.

Haciendo visible el amor de Dios

La Hna. Peggy, que actualmente sirve en el liderazgo de su congregación en San Antonio, Texas, dijo que estaba encantada de escuchar el nombramiento de la Sra. Castro.

“Creo que aportará mucha energía, vitalidad y entusiasmo a la dirección”, dijo la Hermana Peggy.

Señaló que dos hermanas del Verbo Encarnado — la Hna. Bertha y la Hna. Guadalupe— continúan sirviendo en El Puente, y que la congregación CCVI continúa patrocinando el ministerio.

El carisma de las hermanas es “‘hacer visible el amor de Dios en el mundo’ —y una forma de hacerlo es respondiendo al sufrimiento de la humanidad”, dijo.

La Hna. Peggy dijo que confía en que El Puente seguirá ayudando a los hispanos a prepararse para convertirse en líderes de la Iglesia y de la comunidad en general.

Cree que la Sra. Castro y la mesa directiva de El Puente adhieren plenamente a ese carisma y lo han hecho parte de ellos mismos.

“Empezamos este ministerio con la esperanza de ayudar a la comunidad hispana a prosperar en Jefferson City y más allá”, dijo.

“Eso significa velar por que los niños reciban una educación adecuada y cumplan los sueños que sus padres tenían para ellos cuando los trajeron aquí”, declaró.

“Mantén a Dios cerca de ti”

El diácono Castro le dio a la Sra. Castro un buen consejo cuando aceptó su nuevo papel.

“Dijo que ahora más que nunca, tienes que mantener a Dios cerca de ti y descubrir cómo puedes crecer en tu fe”, recordó. “Si no tienes esa estrecha conexión con Dios, puedes perderte”.

Insistió en que Dios sigue siendo una parte importante del ministerio.

“No nos centramos en si la gente a la que servimos es católica o no”, señaló. “Ayudamos a toda la comunidad hispana. Queremos darles los medios para crecer en su fe, pero eso no nos impedirá ayudarles”.

“Dicho esto”, continuó, “somos una institución católica. Las hermanas están apoyando esta organización. Cuando te encuentras con gente de El Puente, sabes que somos católicos y buscamos servir al Señor.

Sólo podemos hacer lo que hacemos cuando entendemos que cuando servimos a la comunidad, así es como servimos a Dios”, dijo.

Está convencida de que aquí es donde Dios quiere que ella esté.

“No es sólo un trabajo, sino un ministerio para mí”, declaró. “Es una forma de servir a Dios en mi fe en la Iglesia Católica”.

Señaló que El Puente siempre agradece la asistencia, ya sea financiera o de otro tipo.

“Si eres un profesor jubilado y tienes algo de tiempo, puedes ayudar con la tutoría”, dijo. “Si has trabajado en una oficina, puedes ayudar a archivar o a hacer algo más”.

Ella solicitó oraciones pidiendo sabiduría y guía para ayudar a promover la misión de El Puente-Hispanic Ministry.

 “Es muy interesante cómo tiendes a tener miedo de tomar el control de las cosas cuando sirves a Dios”, dijo. “Pero una vez que estás en ella, empiezas a darte cuenta de lo mucho que puede ser una bendición”.

Comments